El Dr. José Ma. Moreno Negri destaca esta técnica que reduce el dolor y la hospitalización del paciente, pero insiste en que los resultados médicos deben ser los mismos que se obtienen con la cirugía a cielo abierto.
El Dr. José Ma. Moreno Negri destaca esta técnica que reduce el dolor y la hospitalización del paciente, pero insiste en que los resultados médicos deben ser los mismos que se obtienen con la cirugía a cielo abierto.
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Realizar intervenciones sin practicar grandes incisiones ni separar las costillas es la tendencia, cada vez más extendida, en el campo de la cirugía torácica. El doctor José María Moreno Negri, cirujano general y especialista en cirugía videotoracoscópica, es jefe del servicio de cirugía torácica del Hospital Militar Central, en Buenos Aires, y director del posgrado de esta especialidad en el centro de salud donde trabaja.
Según detalla, esta operación requiere apenas de una o pocas aberturas (o puertos) en el pecho del paciente, a través de las cuales se realiza la intervención gracias a una cámara que permite visualizar el campo quirúrgico. El resultado, indica el doctor, debe ser siempre el mismo que aquel que podría obtenerse con la cirugía tradicional en términos de la atención completa a la enfermedad solo que, en el caso de la mínimo-invasiva, la recuperación del paciente será considerablemente menos dolorosa, estará menos tiempo hospitalizado y tendrá mejoras estéticas. A su juicio, la formación que los médicos reciban en esta práctica determinará el futuro de la atención torácica.
En cuanto a la recuperación, es difícil demostrar que haya un cambio real en cuanto a la capacidad respiratoria de uno o del otro porque, con el transcurso del tiempo, las curvas se igualan de una cirugía a la otra. Lo que sí está demostrado es que el paciente pronto tiene menos dolor, puede empezar a hacer actividades habituales con más facilidad y puede toser con más fuerza, y la tos para un paciente operado de tórax es fundamental porque le permite expectorar el moco y eso previene que haya infecciones posoperatorias o neumonías, lo cual mejora los resultados. Estéticamente también es mucho mejor, porque el paciente tiene una sutura muy pequeña. Y el dolor de la herida a largo tiempo también se reduce.
Fundamentalmente, también está la posibilidad, siempre que es necesario, de pasar de cirugía mínimo invasiva a cirugía convencional. Pero no se puede hacer al revés. Cuando uno ve que hay una traba o la posibilidad de generar algún daño vascular en el bronquio o en alguna de las estructuras que son difíciles de reparar y que pueden poner en riesgo la vida de los pacientes, uno ahí tiene que saber dónde están los límites de cada equipo y decidir en qué momento es necesaria la conversión de la cirugía. Hay equipos en el mundo que hacen cosas que son increíbles que las hagan por esta vía de abordaje, pero me parece que está dado por el volumen de casos que atendieron. Nosotros vamos por ese camino.
Lo mejor es manejarse regularmente con el mismo equipo de anestesiólogos para tratar que lo que se fue puliendo y mejorando, cirugía a cirugía, y procedimiento a procedimiento, uno no tenga que volver a hacerlo cuando te cambian el equipo de anestesia. Por eso, en el hospital yo tengo dos anestesiólogos con sus ayudantes, sus técnicos y sus residentes, que son los que siempre me hacen las anestesias y ya saben lo que buscamos y están entrenados en procedimientos que son necesarios para este tipo de cirugías. Esto hace que los tiempos se acorten, que el despertar del paciente sea mejor, que las complicaciones de las anestesia sean menores y que disminuya mucho el tiempo de la cirugía, lo cual es lo mejor para el paciente.
También hay técnicas para utilizar cámaras que van colocadas dentro de la cavidad torácica, y se está avanzando mucho en pinzas que tienen movimiento. Se ha desarrollado un instrumental que es específico para la cirugía videotoracoscópica, que se vende especialmente para ese tipo de cirugías. Nosotros tenemos algunas de esas pinzas que son muy caras, algunas las compra el Hospital y otras las hemos comprado nosotros de nuestro bolsillo, pero lo que queremos es lograr desarrollar esto y lo hemos hecho en estos años en el servicio de adaptación.
Y otras de las cosas fundamentales, que creo que es lo más importante que un servicio presta, es el manejo multidisciplinario. Nosotros conformamos un Comité de Tórax en el Hospital, en 2012, y ese comité está armado por neumonólogos, oncólogos, anatomopatólogos, radioterapeutas, especialistas de imágenes, los cirujanos torácicos, y la gente de medicina nuclear; es decir, todos los que podemos ver desde alguna arista al paciente con una patología oncológica torácica. Se discute en ese comité todos los casos de pacientes con patología probablemente oncológica y no oncológica del tórax, ya sea de pulmón, mediastino, esófago, de parrilla costal, de diafragma, y a través de ese comité se decide qué conducta ir tomando con cada paciente. Hemos logrado tener mejor resultados en cuanto al manejo del paciente y, fundamentalmente, demostramos que los tiempos del manejo del paciente, hasta que el paciente vaya a cirugía o no, se acortan, porque logras que cada especialista lo vea más rápido y a sabiendas de su caso. Y todo lo tenemos cargado a la base de datos. También aumentó sustancialmente el número de pacientes que estamos tratando y operando, porque todo esto le da prestigio al servicio.
Por supuesto que depende del equipamiento y de los medios que tenga cada uno de los hospitales. Creo que la mayoría de los cirujanos torácicos podría hacer esta técnica, porque depende de un entrenamiento, pero también depende de los medios que tiene cada hospital. En todo caso, siempre está el compromiso con el paciente y su enfermedad, y si uno es consciente de eso, hace un entrenamiento en serio, y cuenta con los equipos, el futuro de la cirugía torácica es la cirugía mínimo invasiva.
Dr. José María Moreno Negri
Especialista universitario en cirugía torácica – Universidad de Buenos Aires (UBA).
Jefe de Servicio Cirugía Torácica – Hospital Militar Central
Jefe de Servicio Cirugía General – Hospital Universitario Universidad Abierta Interamericana (UAI)
Director de la especialidad Universitario en Cirugía Torácica en el Hospital Universitario Universidad Abierta Interamericana (UAI).
Docente adjunto en Cirugía General – Hospital Universitario Universidad Abierta Interamericana (UAI).
Fellowship en cirugía oncológica torácica en el Hospital Mutua de Terrassa – Universitat de Barcelona (2012).
Cirujano especialista en cirugía laparoscópica y toracoscópica – Universidad Nacional del Nordeste (2006-2007)
Médico por Universidad Nacional del Cuyo (1998-2003)
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