El médico José Juan Escobar Chávez, líder de esta investigación desarrollada en la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán de la Universidad Nacional Autónoma de México, explicó que “se trata de dispositivos adhesivos que se aplican sobre ese tipo de laceraciones y, una vez colocados, liberan el fármaco que interactúa en la piel afectada, sin llegar al torrente sanguíneo”.

En entrevista publicada por Gaceta UNAM, Escobar Chávez indicó que el parche tiene entre 25 y 30 microagujas formadas por polímeros de origen sintético y contiene cefalosporina de amplio espectro, antibiótico útil para cubrir mayor número de microorganismos, además de otras sustancias como D-pantenol y colágeno que contribuyen a la regeneración de la piel, generan un buen entramado y proceso de cicatrización, así como ayudan a la humectación y favorecen la renovación de células.

El especialista en diseño y caracterización de formas farmacéuticas no convencionales indicó que las quemaduras, al igual que las heridas crónicas, son difíciles de tratar y su atención representa un costo significativo para el sector salud, además son parte de las 20 principales causas de enfermedad en México.

El parche

El parche tiene potencial de regenerar la piel al cien por ciento, sus dimensiones aproximadas son de 25 centímetros cuadrados (5 X 5 centímetros), aunque en función del tamaño de la herida podría elaborarse de tamaño mayor. Si se trata de laceraciones en estadios tempranos, la extensión del arreglo podría ser más pequeña.

Además, evita que los pacientes olviden tomar los medicamentos a las horas indicadas, permanece funcional durante dos semanas, su aplicación es fácil y el paciente puede realizarla por sí mismo, y es de bajo costo.

Tan solo en 2021, en México se reportaron 13.000 casos de pacientes con ese daño en diferentes grados. Asimismo, de acuerdo con estudios epidemiológicos del sector salud, en 2018 se registró un gasto 46 millones, aproximadamente, en atención ambulatoria, área responsable de atender heridas crónicas tratadas mal, o que evolucionaron de manera negativa, como el caso del pie diabético.

La Organización Mundial de la Salud indica que una de las complicaciones más comunes de la diabetes es la infección, ulceración y destrucción de tejidos profundos de las extremidades inferiores, conocidas como pie diabético.

Cabe señalar que este parche se encuentra en fase de patentamiento.