Este 19 de diciembre se celebra en Argentina el Día del Técnico Anestesista. La efeméride sirve para visibilizar a los y las profesionales que asisten diariamente a la labor de médicos y médicas especialistas en anestesiología. La participación de los técnicos en anestesia en ámbitos diversos tales como quirófanos, consultorios, salas de procedimientos diagnósticos, o de internación, ha ido en aumento en el último tiempo. En Argentina, la formación específica, en esta área relevante del cuidado de la salud humana, es tenida en cuenta solo por algunos centros educativos del país. Pero, aún, la oferta educativa en otros países de Latinoamérica -a pesar de la creciente demanda laboral de estos profesionales- resulta más limitada.

¿Qué hace exactamente un técnico anestesista?

Desde la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) comentan que el técnico anestesista es un profesional de la salud dotado del dominio de un “saber hacer” complejo. Allí se movilizan conocimientos, valores, actitudes y habilidades de carácter tecnológico, social y personal, que definen a su identidad profesional. Su rol principal quizás sea asistir al especialista en anestesiología durante la inducción, mantenimiento y recuperación anestésica. Pero su trabajo no se limita al quirófano. Además, tiene injerencia en el área prequirúrgica, en la sala de recuperación postanestésica, en los procedimientos referidos al tratamiento del dolor y en la realización de estudios invasivos diagnósticos o terapéuticos.

Su formación -centrada en el proceso tecnológico de la anestesia y el compromiso social- les permite participar en un sinnúmero de tareas. Antes de la anestesia, por ejemplo, informa sobre requisitos previos a cumplir por los pacientes. También, prepara drogas e infusiones anestésicas bajo indicación médica, chequea el correcto funcionamiento de todos los aparatos que se emplearán luego, e incluso extrae muestras de sangre o coloca catéteres en los pacientes.

Luego de asistir al especialista durante el procedimiento, es quien se encarga de la limpieza y acondicionamiento del material utilizado. También de la derivación del mismo a la central de esterilización. La reposición del material, el manejo adecuado del inventario y la disponibilidad de insumos necesarios para el normal funcionamiento del centro son otras de sus responsabilidades.

Formación en aspectos prácticos

En la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO) la duración de la tecnicatura universitaria es de 3 años. Desde la entidad educativa de Mendoza comentan que durante el primer año de cursada predomina la formación teórica. Pero, progresivamente los contenidos de índole práctica ganan lugar en las horas destinadas.

Allí, cerca del egreso del técnico anestesista, el entrenamiento práctico triplica en horas al aprendizaje teórico. Algunas de las materias del plan de estudios en la UNCUYO son: Anatomía, Fisiología, Microbiología, Anestesia y Patología Quirúrgica, entre otras. La carga horaria total de la carrera es de 2.640 horas.

“Las tareas que realizarás incluyen: verificar estado, armado y funcionamiento de los aspiradores; posicionar al paciente para la aplicación de los bloqueos y la colocación de las intubaciones, alcanzar al médico todo el material y drogas que solicite; llevar el control de los medicamentos y prever la existencia y renovación de las mismas”, se informa en la web a quienes llegan con interés en la tecnicatura.

Gran salida laboral para el técnico anestesista

El rol del técnico anestesista está bajo demanda laboral creciente. Cada vez son más los centros sanitarios públicos y privados que los buscan. Es por eso que se necesita un mayor número de centros involucrados en la formación de estos profesionales.

El gobierno de la ciudad de Buenos Aires brinda otra opción para recorrer ese camino en Argentina. Allí, la duración de la carrera también es de tres años y cuenta con actividades teóricas y prácticas. Estas últimas son realizadas en hospitales públicos que están bajo su dependencia.

Se espera que en un futuro, cada médico y médica especialista en anestesiología pueda contar con la ayuda de un técnico anestesista. Por el momento, el desafío es incrementar las opciones formativas y facilitar de ese modo las tareas de los gerentes de personal. “Nos llegan cientos de curriculums vitae de instrumentadores o técnicos en radiología, pero hay muy pocos técnicos anestesistas”, se lamentaba un profesional hace un tiempo a un diario nacional.