Una preocupación frecuente de los profesionales de la salud es que la actual situación de pandemia, provocada por la proliferación del virus SARS CoV-2, se vea agravada por una inminente colisión de virus. Esta colisión podría suceder, por ejemplo, si se producen rebrotes de sarampión, aumentan las complicaciones por VIH y se incrementan los casos de influenza y dengue.

Existen cuestiones específicas que podrían contribuir a la producción de este escenario: el incumplimiento del calendario de vacunas en los niños, las dificultades para acceder a los medicamentos para el tratamiento del VIH y el aumento de los casos de dengue, aún en época invernal.

Disminución de la aplicación de vacunas en niños

La pandemia ha tenido un efecto perjudicial en el cumplimiento del calendario de vacunas pediátricas de rutina. Según MedScape, la agencia de Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) informó que ha habido disminuciones en la aplicación de vacunas infantiles para la influenza y el sarampión. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha observado situaciones similares a nivel mundial, lo cual también podría provocar un aumento en el riesgo de contraer difteria y poliomielitis para millones de niñas y niños.

En este sentido, el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires (Argentina), evidenció que la cobertura en la vacunación de los niños cayó, junto con los controles pediátricos, por debajo del 50% en territorio bonaerense. Con esta baja se corre el riesgo de que reaparezcan algunas patologías como la coqueluche, la meningitis o el sarampión. Con respecto a esta última enfermedad, afortunadamente, un reciente brote fue dado por concluido oficialmente hace apenas unos días, luego de que no se registraran casos por más de doce semanas. El brote había comenzado a fines de agosto del año pasado. En 2020 hubo 61 casos confirmados (13 importados y 48 de origen desconocido) y una defunción.

De acuerdo con Patricia Campos, responsable del Programa de Enfermedades Inmunoprevenibles de la cartera sanitaria bonaerense, el temor al contagio del coronavirus SARS Cov-2 genera que los padres se resistan a llevar a sus hijos a hacer los controles de salud y es, justamente, en esos controles a donde el pediatra suele indicar las vacunas correspondientes a la edad de los menores. Campos agregó que es en la franja de los primeros siete meses de vida de los niños a donde, mayormente, se han retraído las consultas. 

Dificultades para mantener los tratamientos de VIH

Un análisis realizado en la ciudad de Nueva York concluyó que las personas que viven con VIH no presentan un mayor índice de morbilidad en caso de contraer COVID-19. Esta hipótesis es avalada por un estudio de España, una investigación de caso en China y una serie de casos de Nueva Jersey.

Una preocupación mayor genera la interrupción de los tratamientos de VIH debido a la pandemia. Estas interrupciones son potencialmente mortales para algunas de las personas con mayor riesgo de desarrollar complicaciones a causa del virus.

El director del plan estratégico Respuesta al VIH, ETS, Hepatitis y Tuberculosis de Argentina, Sergio Maulen, aseguró que para disminuir la circulación en hospitales, los pacientes con VIH que realizan el tratamiento regular en el sistema público pueden pasar directamente por las farmacias de los hospitales para retirar la medicación, sin necesidad de contar con receta. Sin embargo, la ONG Ciclo Positivo relevó que al menos 13 jurisdicciones del país tienen inconvenientes con la provisión de tratamientos. En algunas provincias, como Chaco y La Pampa, o también en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, hay faltante o poco stock de darunavir/r, y no hay más tratamientos con Genvoya/ TAF (en Misiones y Ciudad Autónoma de Buenos Aires), por lo que algunos pacientes tuvieron que cambiar de tratamiento. En la Provincia de Buenos Aires también hay déficit de raltegravir y, en Entre Ríos, de tenofovir/lamivudina, que está siendo reemplazado por otras drogas. También hay desabastecimiento de valanciclovir y sulfadiazina. Adicionalmente, hay faltantes de medicación para infecciones oportunistas u otras ITS, en las provincias de Jujuy, La Rioja, Salta, San Juan, San Luis, Santiago del Estero, Tucumán, Buenos Aires, y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Nuevos casos de dengue

Según informó el Ministerio de Salud de la Nación, 13 pacientes que se encontraban internados en el Sanatorio Otamendi de la Ciudad de Buenos Aires fueron diagnosticados con COVID-19 y dengue.

Cabe mencionar que en su estado adulto el mosquito aedes aegypti, vector del virus, no resiste temperaturas sostenidas por debajo de los 15°C. Por eso, resulta llamativo que los pacientes presenten la patología en plena época invernal.

Hace unas semanas, el Ministerio de Salud informó que, entre el 2019 y el 2020, Argentina superó el mayor registro histórico de dengue con una cifra de 54 mil casos. Datos publicados en el boletín epidemiológico indican que se registraron 53.358 casos de dengue sin antecedentes de viaje; 1.512, con antecedentes de viaje, y 1.418 aún en investigación.

Para evitar la proliferación de casos en la próxima primavera, es necesario realizar campañas de prevención en invierno, cuando los huevos que quedaron en estado de latencia aún no eclosionaron.