El glaucoma es la segunda causa más común de ceguera en el mundo. Después de la catarata, la primera que ocasiona la pérdida irreversible de la visión. Afecta a aproximadamente 70 millones de personas a nivel global.

En México, esta enfermedad ocular afecta a 1.5 millones de personas. Además, el 50% de las personas que la padecen, lo desconoce.

De acuerdo con el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), es la causa principal de ceguera en personas mayores de 60 años. Se estima que afecta a 2% de la población mayor de 40 años y a 14% de los mayores de 60.

Este padecimiento es descrito como un conjunto de procesos patológicos oftalmológicos que tienen en común el aumento de la presión intraocular, provocando la aparición de una neuropatía óptica progresiva que deviene en daños para el nervio óptico. Produce pérdida visual y no solo perjudica a células de la retina sino a células de la corteza visual y del núcleo geniculado lateral.

Propensión genética

El glaucoma es multifactorial y se asocia a factores como la herencia, (ya que si un familiar en línea directa lo padece existe hasta 10% más posibilidades de presentarlo); la edad, (especialmente después de los 40 años con un foco importante a los 60), y otros padecimientos como diabetes, hipertensión, alteraciones en triglicéridos y colesterol, consumo de tabaco y de alcohol, miopía, hipermetropía, traumatismos oculares o craneoencefálicos, explicó Adriana Hernández López, investigadora de la Facultad de Medicina de la UNAM.

La especialista también resaltó que existen características raciales que colocan a las poblaciones afroamericana e hispana como blanco especial del glaucoma. “Yo diría que los mexicanos somos susceptibles con mayor frecuencia a esta enfermedad. El problema es que se calcula que solo la mitad de los pacientes con glaucoma saben que padecen esta enfermedad debido a que, en un principio, no produce síntomas y al paciente le es muy difícil de detectar la pérdida de visión periférica que ocurre en etapas tempranas”.

Por su parte, Ana Laura Martínez Rodríguez, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), destacó que en México 40% de los casos diagnosticados se tratan de glaucoma primario de ángulo abierto, “cuya prevalencia en la población mexicana es, en promedio, de 3 a 5% y se incrementa de acuerdo con la edad; a más años, mayor prevalencia”.

La especialista explicó que también existe el glaucoma juvenil, que se manifiesta entre los 5 y los 18 años, con una prevalencia aproximada de un caso por cada 10.000 individuos.

De acuerdo con la Fundación para la Investigación del Glaucoma, por ser una patología asintomática, el glaucoma es difícil de detectar en las fases iniciales y suele serlo hasta que se encuentra avanzado. De hecho, se calcula que 50% de quienes la padecen lo desconoce.

Tratamiento

En México, se cuenta con tratamientos que ayudan a detener la progresión de la enfermedad, pero es indispensable la detección temprana, explicó la doctora Natalie Juárez Reyna, jefa de la División de Oftalmología del Hospital General Manuel Gea González, quien agregó que “el tratamiento consiste en la aplicación de gotas oftálmicas o la trabeculoplastía láser selectiva, que es ambulatorio y se realiza en 30 minutos. Cuando la enfermedad no se controla, se recurre al procedimiento quirúrgico”.

Asimismo, Sergio Herrero Herrera, responsable de la Clínica de Glaucoma del Hospital General de México, destacó que en ese centro médico especializado en glaucoma se diagnostican 1.500 casos anuales y aseguró que el tratamiento se basa en medicamentos tópicos que bajan la presión intraocular y reducen el riesgo de disminución del campo visual. “A las personas con enfermedad severa que son candidatas se les realiza cirugía con láser de mínima invasión, un procedimiento microscópico que hasta hace 15 años no se podía realizar”.