Loading...

Información, datos y testimonios de calidad formativa para tu crecimiento

Da tu primer paso hacia nuevos conocimientos. Cursos 100% online para profesionales de la salud.

ACTUALIDAD

Los síntomas de presentación del infarto ayudan a anticipar la evolución

Los pacientes con un infarto sin elevación del segmento ST que tienen disnea o fatiga como el síntoma de presentación principal tienen un peor pronóstico que aquellos con dolor de pecho. Además, publican documento sobre las consecuencias cardiovasculares del COVID-19.

Imagen del articulo

Los aspectos más relevantes del artículo

  • Se analizaron datos de 4.726 pacientes mayores de 18 años (en promedio, 68 años) con un NSTEMI.
  • El dolor de pecho era el más común (91%), seguido de la disnea/fatiga (7%) y el síncope (2%).
  • La sobrevida a un año (objetivo primario) más baja se registró en los pacientes con un NSTEMI con disnea/fatiga (76%) con respecto de aquellos con dolor de pecho (94%) o síncope (92%).
  • Las recomendaciones se centran en la miocarditis y otros tasas de afectación miocárdica, en los enfoques centrados en el paciente y en la orientación para reanudar el ejercicio después del COVID-19.
  • Los pacientes con COVID-19 de larga duración y síntomas cardiovasculares deben someterse a una evaluación con pruebas de laboratorio, electrocardiograma (ECG), ecocardiograma, monitor de ritmo ambulatorio y/o pruebas pulmonares en función de sus síntomas.

Los pacientes con un infarto sin elevación del segmento ST (NSTEMI, por su sigla en inglés) que tienen disnea o fatiga como el síntoma de presentación principal tienen un peor pronóstico que aquellos con dolor de pecho como el síntoma predominante, de acuerdo con un nuevo estudio.

Al año del NSTEMI, los pacientes con disnea o fatiga eran menos propensos a seguir con vida y eran, también, menos propensos a permanecer fuera del hospital por problemas cardíacos. Esto, de acuerdo con los resultados presentados en la conferencia Acute CardioVascular Care 2022 de la Sociedad Europea de Cardiología.

Cifras del estudio

El equipo del doctor Paulo Medeiros, del Hospital Braga, Portugal, analizó datos de 4.726 pacientes mayores de 18 años (en promedio, 68 años) con un NSTEMI. Los organizaron en tres grupos, de acuerdo con el síntoma de presentación principal.

El dolor de pecho era el más común (91%), seguido de la disnea/fatiga (7%) y el síncope (2%).

Los pacientes con disnea/fatiga eran significativamente mayores que los de los otros dos grupos (en promedio, tenían 75 años versus 68 en el grupo con dolor de pecho y 74 en el grupo con síncope).

El 42% del grupo con disnea/fatiga era mujer. Comparado con el 29% en el grupo con dolor de pecho y el 37% en el grupo con síncope.

Los pacientes con disnea/fatiga como síntoma principal también eran más propensos a tener hipertensión, diabetes, insuficiencia renal crónica y EPOC. También tenían una peor clase de Killip al quedar internados.

La sobrevida a un año (objetivo primario) más baja se registró en los pacientes con un NSTEMI con disnea/fatiga (76%). Esto, con respecto de aquellos con dolor de pecho (94%) o síncope (92%).

La evolución libre de reinternación al año más baja también se registró en los pacientes con disnea/fatiga (76% versus, respectivamente, 85% y 83%).

Se realizó un análisis de variables múltiples ajustado por EPOC, fibrilación auricular, fracción de eyección del ventrículo izquierdo, hemorragia mayor y taquicardia ventricular. Aún así, ninguno de los síntomas surgió como predictores independientes de la sobrevida al año.

Publican documento sobre las consecuencias cardiovasculares del COVID-19

Un panel de expertos del Colegio Estadounidense de Cardiología (ACC) ha emitido recomendaciones para la evaluación y el manejo de adultos con consecuencias cardiovasculares claves del COVID-19.

Publicadas en el Journal of the American College of Cardiology, las recomendaciones se centran en la miocarditis y otros tasas de afectación miocárdica. En los enfoques centrados en el paciente y en la orientación para reanudar el ejercicio después del COVID-19.

El Dr. Ty Gluckman afirma que “la mejor manera de diagnosticar y tratar la miocarditis y la COVID-19 prolongada tras la infección por SARS-CoV-2 sigue evolucionando”.

“Este documento trata de ofrecer recomendaciones clave sobre cómo evaluar y tratar a los adultos con estas afecciones. Incluyendo orientaciones para el regreso seguro al juego de los atletas, tanto competitivos como no”, añade.

Relación de miocarditis y COVID-19

La miocarditis se reconoce ahora como una complicación rara pero grave de la infección por SARS-CoV-2, así como de la vacunación de inyecciones de ARNm para el COVID-19.

“La miocarditis se asocia a un mayor riesgo de complicaciones cardíacas en las primeras fases de la enfermedad. Por eso debe establecerse un plan de tratamiento proactivo”, afirma el grupo.

Recomendaciones para miocarditis leve, moderada y grave

Recomiendan que los pacientes con miocarditis leve o moderada sean hospitalizados para vigilar de cerca el empeoramiento de los síntomas, al tiempo que se someten a pruebas y tratamiento.

Aconsejan que los pacientes con miocarditis grave sean hospitalizados en centros con experiencia en insuficiencia cardíaca avanzada, soporte circulatorio mecánico y otras terapias avanzadas.

El grupo de expertos también aborda las secuelas posagudas de la infección por SARS-CoV-2 (PASC), que se han notificado en a un 30% de las personas infectadas.

COVID-19 “de larga duración”

Los síntomas del llamado “COVID largo” pueden ser muy variados e incluyen fatiga, “niebla cerebral”, trastornos del sueño, fiebre, síntomas gastrointestinales, ansiedad y depresión. Los síntomas pueden persistir durante meses y pueden ser desde leves a incapacitantes.

El documento del ACC se centra en las secuelas cardíacas del COVID prolongado, que pueden incluir taquicardia, intolerancia al ejercicio, dolor torácico y dificultad para respirar.

En general, los pacientes con COVID de larga duración y síntomas cardiovasculares deben someterse a distintas pruebas. Una evaluación con pruebas de laboratorio, electrocardiograma (ECG), ecocardiograma, monitor de ritmo ambulatorio y/o pruebas pulmonares. Todas, en función de sus síntomas, afirma el panel.

Recomiendan consultar con un cardiólogo cuando los resultados de las pruebas sean anormales, con una evaluación adicional basada en la sospecha de una condición clínica, como la miocarditis.

Dado que es probable que haya múltiples factores subyacentes al síndrome de fatiga crónica, la evaluación y el tratamiento deben basarse en los síntomas cardiovasculares predominantes, afirma el grupo de expertos.

En el caso de los pacientes con taquicardia e intolerancia al ejercicio, el aumento del reposo en cama y/o la disminución de la actividad física pueden desencadenar un desacondicionamiento cardiovascular con un empeoramiento progresivo de los síntomas, señalan.

¡ALCANZÁ TU MÁXIMO POTENCIAL!

Te recomendamos estos cursos

Cardiología

600 horas
Curso superior de cardiología

Cardiología Pediatría

50 horas
Cardiología neonatal
SEGUÍ ESPECIALIZANDOTE
Contenido exclusivo incluido en nuestros planes de estudio para enfermeros
Conocé mas sobre todo lo que incluyen nuestras membresias QUIERO SABER MÁS
Fuente/s:

Acute CardioVascular Care 2022 de la Sociedad Europea de Cardiología, 18-20 de marzo del 2022.

Journal of the American College of Cardiology, online 16 marzo de 2022.

COMENTARIOS

0 0 Votos
Calificación
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios