Investigadores argentinos demostraron que la terapia celular, en etapas tempranas del proceso de procuración, protege a los pulmones donantes del daño isquémico
Un año después de la aprobación de la Ley 27447, conocida como “Ley Justina”, científicos argentinos adscritos al CONICET han anunciado el desarrollo de un método que utiliza células madre para mejorar la preservación de los pulmones que son donados para trasplante.
El estudio fue publicado en la revista especializada Stem Cells Internacional y fue desarrollado en el Laboratorio de Regulación Génica y Células Madre del Instituto de Medicina Traslacional, Trasplante y Bioingeniería (Universidad Favaloro-CONICET) que dirige el investigador Gustavo Yannarelli, en colaboración con el grupo de Martin Marcos, de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata y Alejandro Bertolotti, del Hospital Universitario Fundación Favaloro.
En un comunicado de prensa emitido por el CONICET se precisa que este grupo de científicos se valió en esta investigación de los resultados que ya habían obtenido en sus trabajos anteriores sobre las propiedades antiinflamatorias e inmunosupresoras de las células madre mesenquimales derivadas de cordón umbilical.
En el informe, la científica Natalia Pacienza, líder de esta línea de investigación, explica que “desde que se obtiene el órgano hasta que se implanta en el receptor pasan generalmente entre seis y ocho horas, tiempo en el cual el pulmón está en isquemia, es decir, no tiene circulación ni tampoco está ventilando”.
Según describe, “esto produce un desbalance oxidativo en el órgano que deriva en infiltrado celular, edema y pobre intercambio gaseoso. Para contrarrestarlo, suministramos células madre mesenquimales al pulmón, que por sus propiedades antiinflamatorias, evitan esta cascada de eventos dañinos y maximizan la preservación del órgano”.
El trabajo de este equipo de científicos requirió de la utilización de “un modelo animal que imita las diferentes etapas que atraviesan los órganos donados antes de ser implantados en el receptor“: la isquemia caliente (momento donde aplican la terapia celular), la isquemia fría y perfusión pulmonar ex vivo con ventilación mecánica (que simularía, en cierto modo, el implante en el receptor).
Como resultado, hallaron que el tratamiento de los pulmones con células madre disminuye de manera significativa la inflamación y el daño oxidativo.
Así lo asegura Yannarelli, quien declara en la nota que “se demostró que la terapia celular, en etapas tempranas del proceso de procuración, protege a los pulmones donantes del daño isquémico y pone en evidencia su enorme potencial terapéutico en el área de preservación de órganos”.
Según señala Pacienza, la observación más relevante fue que, durante el procedimiento de procuración, los pulmones que no fueron tratados con células madre mesenquimales perdieron aproximadamente un 60% de la compliance o distensibilidad pulmonar (parámetro que da idea de la funcionalidad del órgano), mientras que los que fueron tratados perdieron apenas el 30 por ciento. “Obviamente la isquemia sigue ocurriendo, eso no se puede evitar, pero se preservó mejor el tejido pulmonar”, advierte.
En el texto del CONICET se destaca que en Argentina, “según estadísticas del INCUCAI, se realizan en promedio unos cuarenta trasplantes pulmonares por año, un número insuficiente ya que en la actualidad hay más de 230 pacientes en lista de espera. De hecho, estadísticas internacionales demuestran que alrededor del 40 por ciento de los pacientes que necesitan un trasplante de pulmón no llegan a conseguirlo”.
Esto debido a que “el pulmón es un órgano muy delicado de procurar, es decir, es muy fácil de dañar durante el proceso de obtención y, por lo tanto, es muy difícil preservar su funcionalidad en niveles óptimos para implante. Por estos motivos, solo el 8% de los pulmones donados en Argentina llegan a implantarse, mientras que en el resto del mundo esa cifra asciende al 20 por ciento”.
La comprobación del efecto positivo de la terapia celular en la preservación del pulmón donante representa un primer paso en el deseo de posibilitar una mayor cantidad de pulmones en buen estado para trasplantes de este tipo.
Sin embargo, Yannarelli advierte: “aún no hemos estudiado qué sucede en ese órgano una vez que es implantado. Actualmente, estamos perfeccionando la técnica microquirúrgica para realizar en nuestro laboratorio el trasplante pulmonar en modelos animales. Nuestra ambición es poder aumentar el número de pulmones disponibles para trasplante”.
'-CONICET.
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