Un estudio realizado por investigadores estadounidenses reveló que los médicos son los profesionales más propensos a fallecer a causa de suicidios. La conclusión fue alcanzada por miembros del Hospital Central de Nueva York, quienes aseguraron que la tasa resultó “mucho mayor que la esperada” y en todos sentidos más alta que en la población en general.

Según se detalla en el estudio, entre 28 y 40 médicos de cada 100 mil se suicidan, generalmente por causas vinculadas a trastornos psicológicos o anímicos desatendidos.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron los registros de suicidios de toda una década y notaron, sorprendidos, que entre los profesionales de la medicina se reportaban más suicidios que entre, por ejemplo, los militares. Así lo declaró a medios internacionales Deepika Tanwar, uno de los autores del estudio, durante la reunión anual de la Asociación Americana de Psiquiatría (APA, por sus siglas en inglés).

Según precisó el experto en la web Medscape, “los médicos que mueren por suicido a menudo presentan un cuadro de depresión no tratada o insuficientemente tratada, aunque también pueden padecer algún otro tipo de enfermedades mentales”. El alcoholismo y el consumo de estupefacientes han sido también factores de riesgo hallados entre los profesionales que han optado por el suicidio.

Un elemento importante en este hallazgo es el reconocimiento de que trastornos como la depresión suelen ser vistos desde el estigma por algunos profesionales de la salud, y que esa podría ser una de las causas por las cuales los doctores que la padecen no buscan o reciben la suficiente atención al respecto, sumado al poco tiempo libre con el que cuentan para asistir a terapias. De acuerdo con lo que se precisa en el estudio, la depresión “afecta hasta al 12% de los médicos y ya lo presentan entre un 15 y un 30% de los residentes”.

En lo relativo a la distribución por géneros, se manifiesta en 12% de los médicos varones y hasta a 19,5% de las médicas, una prevalencia que está a la par con la de la población general.

Aunque esta data corresponde a Estados Unidos, los autores apuntan que en otros territorios ya han comprobado la existencia de trastornos similares en profesionales de la medicina. De hecho, apuntan que “estudios realizados en Finlandia, Noruega, Australia, Singapur, China y en otros lugares han mostrado un aumento en la prevalencia de ansiedad, depresión y tendencias suicidas entre estudiantes y médicos”.

De acuerdo con el experto, los altos niveles de estrés a los que se someten los médicos son también indicios que aportan claridad a la comprensión de esta dura data. Para Beth Brodsky, profesora de psicología clínica en la Universidad de Columbia, “no es de extrañar que se produzcan las muertes porque la presión a la que se someten las personas que estudian medicina empieza en la carrera, se recrudece durante la residencia y acaba por empeorar en el trabajo, es un enfrentamiento constante contra un gran número de factores que provocan estrés”.

Cifras de la Organización Mundial de la Salud revelan que la depresión es una enfermedad frecuente en todo el mundo, y se calcula que afecta a más de 300 millones de personas; para 2017, se estimaba que 50 millones de estos pacientes se encontraban en América. Según precisa el máximo ente sanitario, a nivel global cada año se suicidan cerca de 800.000 personas, y el suicidio es la segunda causa de muerte en el grupo etario de 15 a 29 años.

En lo que refiere a Argentina, la OMS estimó en 2017 que uno de cada 20 argentinos sufre de depresión y que, a la vez, solo seis de cada diez recibe tratamiento.