Las mejores propiedades de la yerba mate fueron condensadas en un extracto natural que ha permitido iniciar investigaciones sobre su potencial como posible complemento en el tratamiento del Parkinson. El extracto soluble en agua, que será utilizado a escala piloto como añadidura a otras bebidas alimenticias, fue resultado de una investigación realizada en el Departamento de Industrias de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Para llevar a cabo el proceso, los investigadores trabajaron con pruebas y comparaciones logradas con técnicas naturales que permitieran intervenir lo menos posible la hierba. A este respecto, la docente e investigadora Sandra Guerrero declaró en un comunicado oficial de la Facultad: “el extracto soluble en agua ya lo obtuvimos. Logramos desarrollarlo a bajas temperaturas y bajos tiempos de extracción, sin usar solventes agresivos y manteniendo sus propiedades saludables. En otras palabras, conseguimos un extracto de un modo amigable con el medio ambiente”.

La también investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicet) destacó que la búsqueda estuvo especialmente dirigida a potenciar las facultades antimicrobianas y, sobre todo, antioxidantes del mate, que resaltan entre los efectos más destacables de esta planta en el organismo. “Desde hace muchos años se estudian las virtudes de la yerba mate porque tiene diversas propiedades beneficiosas para la salud debido, en parte, a su elevada concentración de antioxidantes”, detalló Guerrero.

Ahora que ya se cuenta con el extracto, la planificación se encuentra dirigida hacia dos partes: la nutritiva o preventiva, y la medicinal. El primer aspecto, se orienta a fomentar la combinación de este producto con otros jugos naturales, lo que permitiría aprovechar su potencial y, a la vez, combinarlo con el de otras frutas. “Se trata de desarrollar un producto novedoso con numerosos beneficios para la salud, con un procesamiento económico y fácil de implementar en línea en una industria alimenticia”, destaca.

Según declaró la investigadora, el paso necesario para sacar a este hallazgo del laboratorio y llevarlo hasta una posibilidad real de consumo empezará a darse en los propios terrenos del Departamento de Industria de la UBA, donde se cuenta con una planta piloto en la que próximamente prevén empezar a generar una bebida nutrida con este extracto, que la potencie en beneficios sin cambiar el sabor o  resultado sensitivo del producto final.

La segunda arista responde a una investigación en torno al mate y al Parkinson que ya se está llevando a cabo a modo de estudio complementario en el Instituto de Investigaciones Farmacológicas del Conicet, bajo la dirección del investigador y docente Juan  Ferrario. La mirada de este equipo de científicos está centrada determinar el posible rol de la yerba mate como factor neuroprotector de las neuronas afectadas por esta dolencia degenerativa.

“Nosotros -dice Guerrero- trabajamos en conseguir el mejor extracto vegetal y verlo desde el punto de vista de la conservación del producto y, desde el consumidor, qué contribución hace, cómo lo enriquece en componentes valorables para la salud, qué capacidad antimicrobiana tiene y qué perfil sensorial define en el producto fina. Por el lado de ellos, la idea es evaluar el efecto sobre la maduración y crecimiento de las neuronas. En este sentido, ya hemos visto resultados iniciales muy promisorios y efectivos sobre la capacidad neuroprotectora del extracto de mate”.

Para llevar a cabo ambos experimentos, los equipos cuentan con el financiamiento de  la Universidad de Buenos Aires y del Instituto Nacional de la Yerba Mate. Además, han recibido apoyo de la Universidad Nacional de Misiones, y de una yerbatera de la provincia de Misiones, que fue la responsable de aportar la materia prima en distintos estadios del procesamiento industrial de la yerba mate.